Cada acontecimiento en nuestro mundo tiene una semilla.
Si la vida parece caótica, casual y desordenada, es sólo porque no podemos percibir el proceso de causa y efecto trabajando.
En otras palabras, vemos el árbol pero no la semilla.
Esta falta de perspectiva conduce a las personas a vivir bajo la ilusión de que las cosas suceden de pronto. No es así. No pueden. Nada ocurre de pronto.
Un árbol de roble nunca aparece de pronto en el jardincito frente a nuestra casa.
Siempre se planta una semilla primero.
Si existe algo en tu vida en estos momentos de lo que quieres deshacerte, debes primero aceptar el principio que tú, sí, tú, plantaste la semilla en algún momento de tu pasado. No importa lo casual que parece el suceso; no existen los accidentes en la Kabbalah.
Sólo hay orden, causa y efecto, acción y reacción.
Hoy, siembra una semilla positiva convirtiéndote en responsable y tomando la responsabilidad por una desconsiderada y egoísta acción que cometiste en el pasado.
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