Para aquellos de nosotros que queremos cambiar el mundo, es esencial que recordemos que cuando efectuamos pequeños cambios en nosotros mismos, revelamos la chispa de Dios dentro de nosotros.
Eso es lo que crea el cambio en el Mundo.
Los pequeños cambios no son fáciles para nada como tú debes saber.
A través del tiempo, creamos hábitos negativos de respuestas que inconscientemente seguimos.
El parar estos hábitos es como parar una ola gigantesca.
Pero no es totalmente imposible. Lo podemos hacer.
Toma un gran esfuerzo. Corrección: toma TODO nuestro esfuerzo, pero lo podemos hacer. Y cuando nos vencemos a nosotros mismos, permitimos que la Luz de nuestras almas ilumine a las personas en nuestros círculos inmediatos y hasta más allá.
El punto principal: hoy, cuando enfrentes un reto, niégate a reaccionar en tu forma usual.
Escoge una nueva dirección de proactividad.
Esto no es sólo la forma en la que cambiarás tu vida, sino la forma en que cambiarás al mundo.
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