SÁBADO 28 DE JUNIO DE 2008
Cada uno de nosotros viene a este mundo a ganar su satisfacción. Es por eso que, cuando recibimos algo a cambio de nada, sentimos un cierto grado de vergüenza.
Este sentimiento surge porque nuestra alma es de la Luz, y no está en la naturaleza de la Luz ser un receptor que no comparte.
Hoy, averigua dónde permites que otras personas sientan esa vergüenza porque tú les das algo por nada. Puede hasta ser demasiada atención, o control sobre ti, o simplemente dinero.
Resuélvelo y recuerda que al no permitir a las personas que se ganen su satisfacción, los estás alejando de su verdadero propósito.
kabbalah
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