martes, junio 10

Bernardo Neustadt

por esas cosas raras de la vida o la CaUsalidad...cuando iba para misa el domingo pasado no sabia que le harían la Misa a Bernardo Neustadt (minutos mas tarde), me entere justo antes de salir
No me pregunten porque, ya que es muy frecuente que en ese lugar haya misa por gente "conocida": actores, empresarios, periodistas...como bien dije gente conocida por los medios.
Nunca me quedé a ninguna de ellas pero esta vez fue distinto y , vuelvo a repetir no me pregunten porque...
Para los que no lo conocen a Bernardo Neustadt, les dejo aquí enlace a su pagina, pero en los buscadores tendrán mucha información.
Lo conocí como muchos, por televisión, por periódicos, pero no sabia mucho de su vida privada, sobre todo la referida a su niñez -adolescencia, me enteré de algunas cosas por el cura que celebró la Misa, del colegio San Vicente de Paul de La Plata donde B N estuvo pupilo.
Fue muy emotivo, supe que le gustaba como a mí y a tantos mas, Adios Nonino...
Solo quería comentar esto, porque también la caUsalidad hizo que muriese el Día del Periodista...su Día.
Descanse en Paz

Copio lo que escribiò Mariano Grondona en La Nación
Un hombre poseído por su vocación

Por Mariano Grondona

Para LA NACION

Heidegger sostenía que el ser humano es el único animal que sabe su muerte.
Ya en sus poemas, Homero definió a los hombres como "los mortales", en contraste con los dioses inmortales.
Pero cuando una diosa enamorada de él le ofreció a Ulises el néctar de la inmortalidad, éste lo rehusó en un pasaje memorable porque asumía y aceptaba su humanidad.
Reconociendo su humanidad y anticipando su muerte, sin embargo, el hombre siempre ha querido superarla.
Cuando se nos va un ser querido, algo nos impulsa a retener su esencia, guardándola en la urna inviolable de nuestra memoria.
Bernardo ha muerto en su día.
La coincidencia fue reveladora porque la vocación, la loca pasión del periodismo, lo habitó desde que tuvo uso de razón hasta su última hora.
Todos aquellos que han sido llamados a ejercer el periodismo la han conocido. También sabemos que Bernardo, más que poseerla, estaba poseído por ella.


*Atribulado por el ritmo de una vida que lo obliga a pronunciarse permanentemente en público, el periodista es un ser difícil. Bernardo lo era.
Para aquellos que pudimos entrever las llamas de su entrañable pasión, de su amor desesperado por la Argentina, Bernardo también era en extremo querible.
Su punzante recuerdo nos acompañará por el resto de nuestros días.

No tuvo el hijo o la hija a los que hubiera mimado desproporcionadamente.

Si bien venía del peronismo, el peronismo, incluido el propio Menem a quien tanto había admirado en sus comienzos, no terminó de conformarlo.

Nada era suficiente para la Argentina que él había imaginado. Quizá le tocó un destino tan grandioso como amargo: el destino de los precursores. Tuvo, sin embargo, algunos anticipos de lo que él soñaba. Pienso, en estos momentos, en Arturo Frondizi.


*Y ahora tendremos que buscarle un lugar a Bernardo. De aquí a unos años, cuando la Argentina renazca de sus cenizas, Bernardo tendrá su lugar en la historia. Esto es relativamente fácil de predecir. Lo que es más difícil es predecir el lugar que ocupará su alma a partir de ahora.


Después del consiguiente purgatorio, que es la esperanza común de los creyentes y aun de los que no lo son, ¿que hará el buen Dios con el alma de Bernardo?

He aquí un enigma que sólo El nos podría resolver. Es que la identificación de Bernardo con su vocación fue tan completa que es imposible imaginarlo sin su Lettera 22, sin su computadora, sin sus micrófonos y sus cámaras. Frente a la estela que deja su recuerdo, sólo alcanzo a citar aquí el final de la milonga que Jorge Luis Borges le dedicó a Don Nicanor Paredes: "Ahora está muerto y me digo: ¿qué hará usted, don Nicanor, en un cielo sin caballos, ni envido, retruco y flor?"

Querido Bernardo: Dios, desde el misterio insondable de su amor, se ocupará de vos y de todos nosotros.

Link corto: http://www.lanacion.com.ar/1019489

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