Aunque nunca compres un libro sobre Kabbalah, o tomes una clase en línea, o asistas a uno de nuestros eventos o festividades en vivo; si sólo leyeras este correo electrónico y yo tuviera la oportunidad de compartir contigo un secreto que te cambiaría la vida, sería este:
Los semejantes se atraen
Dios, desde una perspectiva kabbalística, no es un hombre barbudo en la cima de una montaña, un ser omnipotente y juez, sino una fuerza de solidaridad, preocupación y amor. Cuando apaciguas tus pensamientos y te apartas de tus sentimientos –y sólo irradias preocupación por los otros– obtienes afinidad con Dios.
Y en el momento en que creas esta conexión, te estás conectando con esta fuerza. De aquí es de donde proviene la satisfacción.
Es por ello que ama a tu prójimo fue la revelación de una tecnología, ¡no un ideal moral!
Hoy, sé Dios.
Sé considerado sobre las circunstancias que otros atraviesan.
Sé feliz por la felicidad de los otros.
Sé amable con las personas sin una buena razón.
Sé la fuerza creadora que puedes ser.
Todo lo demás se arreglará por sí solo.
Kabbalah
No hay comentarios:
Publicar un comentario