MARTES 29 DE JULIO DE 2008
La restricción (la decisión de no tener gratificación inmediata) es algo con lo que tenemos que volvernos a comprometer cada mañana si queremos dirigir nuestras vidas en una dirección nueva y apasionante.
Nos hacemos atravesar por tanto dolor cada vez que nos lanzamos tras alturas transitorias, ya sea un cumplido, una compra, una indulgencia o literalmente una droga.
Muchos de nosotros estamos conscientes de esto, pero aun así no podemos detenernos. No podemos evitar meter el dedo en el tomacorriente. ¡Y nos gusta! Pero hay un precio por pagar. Espero que no esté sonando a sermón, pero seamos honestos con nosotros mismos.
Vuelve a comprometerte con la restricción hoy.
Es el mejor camino para revelar Luz duradera.
Sí, seguirás sacudiéndote, de eso se trata el juego.
Pero sigue montándote de nuevo sobre el caballo.
Cada vez que reafirmes tu intención consciente de restringir, serás capaz de experimentar un placer más real.
kabbalah
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