JUEVES 31 DE JULIO DE 2008
Hace años en Queens, un estudiante de mi padre estaba en una situación financiera desesperada. Había caído al fondo, los acreedores estaban en fila en su puerta y casi no podía alimentar a su familia. Estaba como loco.
Mi padre con su típica certeza y calma le dijo que no se preocupara, " ¡esto es una buena señal!"
Cuando caemos al fondo, aunque es doloroso físicamente, también rompemos klipot [cáscaras de negatividad] que crean barreras entre nosotros y nuestra completa satisfacción.
Por supuesto, nadie quiere estar en esta situación, ¡duele! Pero al mismo tiempo queremos tener el coraje de aceptarlo.
Mientras más rápido admitamos que el dolor tiene un propósito, más rápidamente cumplirá su propósito y de inmediato desaparecerá.
Recuerda hoy que el dolor temporal nos prepara para recibir la satisfacción duradera.
Ten el coraje de experimentar tu dolor por completo.
Te sorprenderás de los mensajes que te puede traer.
kabbalah
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