JUEVES 7 DE AGOSTO DE 2008
Hubo un tiempo, antes de que nacieras, en el que la gente no veía la relación entre botar desechos tóxicos al océano y el que miles de personas enfermaran seriamente por comer peces de él.
Parecía como si hubiera surgido una plaga. Fue atemorizante. Las personas sintieron que algo horrible les estaba sucediendo de repente: algo sobre lo cual no tenían control.
Finalmente, a través de cuidadosos estudios e investigación, se establecieron las conexiones entre los desechos tóxicos, el pescado y las enfermedades. Empezaron los esfuerzos para la limpieza, y las personas dejaron de enfermarse.
El caos es la interpretación errónea de que no hay conexiones. De hecho, todo está conectado. Todo.
Hoy, recuerda que todo lo que haces empieza contigo y termina con el mundo. Piensa antes de hablar o actuar. Tus acciones y palabras tienen efectos duraderos.
kabbalah
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