JUEVES 28 DE AGOSTO 2008
Una de las mejores cosas de nuestro crecimiento espiritual –y también uno de nuestros grandes miedos– es escuchar lo que otras personas piensan de nosotros.
En el siglo II en Jerusalén, cuando aún estaba de pie el Templo Sagrado, se dice que en su interior había un espejo al que uno podía asomarse para ver el estado de su alma. Cuando el templo (y el espejo) fueron destruidos, el Zóhar enseña que las personas se convirtieron en espejos para nosotros.
Mientras hacemos un balance de nuestras vidas en este mes, preparando nuestra lista de deseos en este nuevo año, queremos estar enfrentando esas verdades que sólo otros nos pueden mostrar. No lo hagas viniendo de la debilidad, hazlo desde la Fortaleza, sabiendo que el momento en que pongas a tu oscuridad frente a la Luz, ¡se quema!
Hoy, siente cómo te arde cualquier emoción que surja mientras les preguntas al menos a tres (3) personas lo que piensan que debes trabajar.
Si hubiera algo que necesitaras cambiar para el próximo año, ¿qué sería? Y tal vez cuéntales sobre este ejercicio de riesgo que estás haciendo. Ve a dónde te lleva esto.
kabbalah
No hay comentarios:
Publicar un comentario