Mis ojos y mi corazón permanecen enfocados en la meta final en todo momento. ¡Despierto la persistencia y la pasión para nunca –y eso significa nunca– conformarme con menos!
Levántate
Ha sido una semana riesgosa para todos aquellos que han estado realizando las recomendaciones de arriesgarse planteadas en las afinaciones diarias. Gracias por escribir y explicarme sus victorias, e incluso sus fracasos. (Si no estás en la lista, únete a ella para poder participar).
El ejercicio del martes, 'Pídelo', provocó que algunos estudiantes se sintieran decepcionados al no obtener lo que habían pedido. Esto saca a relucir dos puntos importantes que quiero compartir contigo.
El ejercicio del martes, 'Pídelo', provocó que algunos estudiantes se sintieran decepcionados al no obtener lo que habían pedido. Esto saca a relucir dos puntos importantes que quiero compartir contigo.
1. Permanecer abierto
Estos ejercicios de asumir riesgos tratan sobre el acto de abrirse. En un grado u otro, todos estamos bloqueados. Kabbalísticamente, estamos rodeados de Klipots (barreras metafísicas) que impiden a nuestra Luz brillar completamente. Cada vez que hacemos algo que nos aterroriza, resquebrajamos esta barrera. La Luz siempre está ahí, solo necesitamos sudar un poco para hacer una abertura y dejarla entrar.
Esto requiere coraje y estar dispuestos a irnos de boca. Y a seguir cayéndonos hasta que seamos capaces de levantarnos. No es una coincidencia que esta semana haya leído un maravilloso proverbio japonés:cae siete veces, levántate ocho
¿Y qué si te han rechazado? Sigue arriesgándote. Cada 'no' te acerca más al 'sí'.
2. El tiempo es tu amigo
Vivimos en un mundo de causa y efecto, en el cual el tiempo crea un espacio entre la acción y la reacción. Por esa razón, la Luz nunca llega en el momento en que hacemos algo, sea positivo o negativo.
Desde una perspectiva kabbalística, el tiempo es misericordia. Imagina que sintiéramos los efectos de nuestras acciones negativas en el momento en que las hicimos. No sería agradable. Y los pocos momentos en que sentimos los efectos de inmediato, bueno, eso es lo que llamamos un tiempo de juicio. Pero no queremos esas causas y efectos instantáneos en nuestras vidas. Queremos tener el tiempo para hacerlo bien y corregir nuestras acciones.
Pero no podemos tener ambos. Así que, si tus esfuerzos positivos aún no han regresado a ti, debes saber que con el tiempo, lo harán. Y recuerda aprender a tener paciencia para poder permitirle a la Luz hacer su magia.
Vivimos en un mundo de causa y efecto, en el cual el tiempo crea un espacio entre la acción y la reacción. Por esa razón, la Luz nunca llega en el momento en que hacemos algo, sea positivo o negativo.
Desde una perspectiva kabbalística, el tiempo es misericordia. Imagina que sintiéramos los efectos de nuestras acciones negativas en el momento en que las hicimos. No sería agradable. Y los pocos momentos en que sentimos los efectos de inmediato, bueno, eso es lo que llamamos un tiempo de juicio. Pero no queremos esas causas y efectos instantáneos en nuestras vidas. Queremos tener el tiempo para hacerlo bien y corregir nuestras acciones.
Pero no podemos tener ambos. Así que, si tus esfuerzos positivos aún no han regresado a ti, debes saber que con el tiempo, lo harán. Y recuerda aprender a tener paciencia para poder permitirle a la Luz hacer su magia.
Ten cuidado de no caer en la brecha. He conocido a muchas personas a lo largo de los años que estaban muy cerca, los cuales, sin embargo, abandonaron la lucha porque no veían los resultados en el marco de tiempo que ellos esperaban.
Esta semana, sigue haciendo los ejercicios. Incluso remítelos a tus amigos que quieran involucrarse. Y recuerda, cuanto más grande sea el riesgo, más grande será al final la recompensa.
Todo lo mejor,
Esta semana, sigue haciendo los ejercicios. Incluso remítelos a tus amigos que quieran involucrarse. Y recuerda, cuanto más grande sea el riesgo, más grande será al final la recompensa.
Todo lo mejor,
Yehudá
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