DOMINGO 26 DE OCTUBRE DE 2008
Dime si esto te pasa a tí: estás tratando lo más posible, actuando con las mejores intenciones, y todavía recibes una bofetada [hablando metafóricamente]
¿Estoy solo en esto? No lo creo. Lo primero que necesitas entender es: si este mecanismo no existe en tu vida, entonces no estás en el camino. Si no sientes como si la Luz está pinchándote sin ninguna razón, y no dices: "dame más" te mantienes igual.
El Zóhar [texto fundamental de la Kabbalah] llama a estas bofetadas "cerraduras" porque cierran las puertas que nos conectan al Creador.
Cuando atravesamos estas cerraduras, se convierten en aberturas y la oscuridad se convierte en Luz, lo amargo se vuelve dulce. No sólo se convierten en aberturas; nos conectan a la verdadera sabiduría.
Piensa en esto hoy mientras la vida te abofetea. Recuerda, pide más y eventualmente recibirás más de lo que en realidad estás buscando.
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