El miedo a decir u oír la verdad, es el obstáculo más grande que enfrentamos en nuestra búsqueda por experimentar relaciones verdaderamente satisfactorias, amorosas y honestas. Cuando no decimos algo, ese algo nos separa de la otra persona. Si no estamos abiertos a oír las palabras de los otros sin reaccionar o tomárnoslas personal, nos hemos distanciado de esos individuos.
Siempre es más fácil decirle a la gente lo que quiere oír. A menudo es más cómodo estar de acuerdo con alguien, aún cuando de corazón no lo estamos. Y ya que puede ser igualmente aterrador confrontar verdades dolorosas acerca de nosotros mismos, nuestros amigos y familia se sienten obligados a decirnos únicamente lo que queremos oír.
Hoy, cuando necesites decir la verdad, ten el valor de abrir tu corazón a la vez que tu boca. Y cuando necesites oír la verdad, ten la fortaleza para abrir tus oídos y cerrar tu boca.
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