Por Cristina Goto
Fotos gentileza Luna Hotel Baglioni
6 de abril de 2009
Tradición y cortesía en el Luna Hotel Baglioni, uno de los edificios más antiguos de la ciudad que conserva su esplendor y belleza.
Cocina regional en el más alto nivel en su restaurante Canova. El chef Carlo Lazzaron cuenta su experiencia y da pautas culinarias para visitar este destino excepcional.
Venecia luce su escenografía única, de locación romántica sin igual, para vivir días inolvidables plenos de cultura, arte y seducción. Y el Luna Hotel Baglioni, el más antiguo de la metrópoli, muestra su distinción en su edificio antique del siglo XII, verdadero modelo de opulencia europea en esa centuria.
Próximo a la Piazza San Marco y a la Basílica, su entorno también invita a conocer la historia del mundo. En los días de los Templarios, el hotel se llamaba la Locanda Della Luna y ofrecía -como ahora- reparo seguro y confort, al pasajero. Su decoración se distingue por lo perfecta en los detalles y por el mobiliario en las habitaciones; la casa deslumbra en originalidades. Ahora el Baglioni, un The Leading Hotels of the World, es reconocido por la crítica especializada como el mejor hotel de la ciudad. Y su cocina es una de las más prestigiosas de la región.
El restaurante Canova ganó la Fogher d’Oro y el Gambero Rosso, premios de reconocimiento importantísimos; su servicio es impecable, vestido con cristalería y porcelana exquisitas. Su Chef Carlo Lazzaron comenzó su carrera en famosos restaurantes italianos como el Cavalieri Hilton Hotel Restaurant y La Stacca y Cà Noà, en Brescia. En el exterior trabajó en Rainbow Room -Rockefeller Center en NYC-, en el Hotel de Paris y Le Louis XV -Montecarlo-, el Tivoli Mandarin Hotel y el The Peninsula, ambos en Manila. En Venecia mostró su cocina regional veneciana, en restaurantes exclusivos -como La Colomba, Do Forni y Antico Pignolo- y en hoteles –en el Gritti Palace Hotel, Metropole Hotel ganador de una estrella Michelin y en el Monaco & Grand Canal Hotel.
Su participación en la cocina europea lo llevó a organizar comidas para el presidente Putin en San Petersburgo en el 2006 y para cuatro presidentes en Roma en el 2007. Su llegada al Canova Restaurante le otorgó a la carta un auténtico toque regional y convirtió al restaurante en protagonista de la excelencia veneciana. El chef Carlo Lazzaron dialogó con CUISINE&VINS.
(continua)
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