martes, agosto 11

Intento de violacion...."sensacion de inseguridad?"

Lamentablemente por una lado, retorno con un tema no agradable, doy gracias a Dios que no paso a mayores, pero quisiera que alguien del gobierno me explique si lo que nos ocurrio fue una "sensacion de inseguridad".....o una realidad
Estamos cansados de leer que los que vivimos en Argentina magnificamos el tema inseguirdad, que no es tal es solo una "sensacion" que tenemos
Voy a copiar un articulo del diario La Nacion y luego contare brevemente lo que nos paso

"La inseguridad no es una sensación

Se insiste en ese supuesto, pero los hechos demuestran que se trata de una de las principales preocupaciones de la gente

Hay funcionarios que se preocupan por machacar, con deliberada insistencia, que "la inseguridad es una sensación sobredimensionada por el periodismo".

Uno de ellos es, por ejemplo, el ministro de Justicia y Seguridad, Aníbal Fernández; otro resultó ser un oficial de la policía bonaerense que pretendió minimizar denuncias en ese sentido vertidas por vecinos de la Isla Maciel, después de que una niña -ya dada de alta- recibió un balazo al quedar en medio de un tiroteo entre pandillas.
Es apenas un episodio de una vasta y lamentablemente extensa compilación de hechos delictivos de rigurosa actualidad que demuestra lo equivocado de aquella afirmación.

No fue una "sensación" brotada de la nada la que afectó al obispo de Merlo y Moreno y presidente de Caritas Argentina, monseñor Fernando M. Bargalló, al ser asaltado en la puerta de su propia vivienda.

Tampoco lo fueron las negativas impresiones padecidas por el bailarín Maximiliano Guerra, víctima de una salidera bancaria, o por la dirigente política Margarita Stolbizer, llevada por la fuerza a recorrer cajeros bancarios para que extrajese dinero con su tarjeta.
O los padecimientos de la joven que mientras circulaba en moto por la ruta a Luján recibió un ladrillazo en el rostro para robarle ese vehículo y los del colectivero al que delincuentes precoces, según se dijo, le cortaron la falange superior de un dedo porque no pudo abrir el monedero de su colectivo. Realidades que, sin dudas, tuvieron duro impacto en el ánimo de quienes se enteraron de ellas.

También se ha denunciado que niños de entre 10 y 12 años, visiblemente drogados, asaltan a los transeúntes para arrebatarles carteras y teléfonos celulares. Y que, por ejemplo, es peligroso detenerse en el semáforo de la intersección de las avenidas Figueroa Alcorta y Dorrego al caer la tarde, porque de las arboledas próximas salen malhechores que roban a los conductores.

Ayer mismo, todo San Isidro se conmovió y lamentó el asesinato del teniente de la policía bonaerense Aldo Garrido, quien por su don de gentes y hombría de bien se había hecho merecedor del afecto y el reconocimiento de esa comunidad.
El oficial quiso impedir el asalto a un comercio y los asesinos, un hombre y una mujer, lo despojaron de su arma para darle artera muerte de un balazo en el pecho y otros dos por la espalda para rematarlo.

Esta somera reseña confirma que nuestra ciudad y su vasto conurbano, por mencionar un área en particular, ya que el mal ha invadido casi todo el país, se han convertido, admítase o no, en zona peligrosa para sus habitantes y sus transeúntes, que todavía confían en la protección inexcusable que razonablemente debería brindarles el Estado.

Convengamos, pues, que no cabe hablar de una aceptable calidad de vida si no se puede "vivir en paz" y es menester circular por la vía pública y permanecer en los sitios en que se reside o a los que se concurre manteniendo los sentidos en constante alerta para tratar de evitar de alguna manera los descarados embates de la delincuencia.

Nuestro país tiene, es evidente, muchos problemas por todos conocidos. La inseguridad delictiva es sólo uno de ellos, aunque, tal vez, no sea exagerado considerar que se encuentra entre los más graves, puesto que produce víctimas físicas, desequilibrios emocionales y pérdidas patrimoniales, además de ser motor de la tentación de la autodefensa, metodología inadmisible que implicaría la progresiva disolución de la convivencia.

Esa endemia no se corregirá con frases hechas y con apreciaciones descalificadoras. En cambio, requiere la estricta y ecuánime aplicación de la legislación penal, el restablecimiento de la confianza que toda persona de bien deposita en las autoridades y en las fuerzas policiales y de seguridad, y, asimismo, reclama el pormenorizado estudio de las causas que han provocado la paulatina degradación de las pautas morales, sociales y educativas.
Acciones y análisis que, como los hechos lo indican, todavía están pendientes y son una deuda que el Estado mantiene vigente con la sociedad. "

Articulo publicado en diario La Nacion el miercoles 18/02/2009

Ya han pasado unos meses desde la publicacion de este articulo y por lo tanto infinidad de hechos de inseguridad :-(

El dia 25 de julio salgo con una de mis hijas, fuimos a cenar, cuando regresamos despues de haberla pasado bien, de no solo compartir una cena si no un lindisimo momento de charla, que con el ritmo actual a veces no se logra tener...vamos por una calle del barrio de Belgrano y aparece de golpe un joven con gorro, mi hija se hizo a un lado para dejarlo pasar pero pego un grito, yo me habia retrasado un poquito pq habiamos pasado por veredas rotas...pero ella cuando ve al joven con "su parte sexual" al descubierto se tira para donde estoy , yo como escuche su grito, miro y veo que el joven se abalanza sobre ella la toma de la cintura y le dice repetidamente "veni conmigo...veni conmigo" (lo siguio murmurando en su oido en forma continua)

Pensaran que exagero pero no, el factor sorpresa no se si juega a favor nuestro o en contra, cuando veo con el ensañamiento con que el la toma/sujeta/abraza y como ella gritaba...yo pense que la estaba apuñalando...pq no habia visto que venia con exhibiendo sus genitales

Atine pasarle mis brazos por debajo de los suyos y abrazarla/sujetarla para que no se la llevara, fue un forcejeo que duro minutos que por supuesto fueron eternos...tuvimos la suerte que aparecimos en la mitad de la calle y este hombre la suelta, por lo que caemos al suelo, intenta otra vez abalanzarse sobre mi hija pero de golpe se va...aparece un auto y ante nuestros gritos nos ofrece ayuda, etsabamos tan conmocionadas, shockeadas, asustadas, yo ademas de todo esto estaba indignada-furiosa, los que son padres me entenderan....las dos llorabamos, nos abrazamos...
Nadie salio de ningun edificio, en esa zona son todos edificios altos, nadie llamo al 911 aunque mediante llamada anonima se alerta sobre un hecho que esta ocurriendo, estabamos a dos cuadras solamente de Av Cabildo

Hubo detalles que no conte pq no quiero abrumarlos, y tampoco lo que seguimos viendo dia a dia, pq el miedo se instalo en nosotros aun mas

Mis hijas ya han sufrido varios robos, en distintas zonas, uno en el estacionamiento de un shopping.... navaja mediante en la espalda de mi hija adolescente, le quitaron su celular y mochila de colegio hace dos años, entre las 3 suman algo asi como 8 o 9 robos sin contar los intentos de robo, mas lo robos de amistades y conocidos de distintas edades, condicion social y zona...por lo tanto la "sensacion de inseguridad" es muy tristemente conocida

El hecho que vivimos nosotros fue un intento de violacion
Esto esta contado en forma desprolija porque por mas que quiero no puedo hacerlo mejor.

Que quiero decir con este mensaje? que no importa si vamos dos o tres o una persona por la calle, siempre hay algun sujeto/s que por x causa nos puede atacar, ya que no nos cuidan, debemos cuidarnos nosotros pero cuidarnos el doble o el triple por que estamos totalmente desprotegidos
No hay suficiente cantidad de efectivos policiales, y los pocos que hay no pueden estar en tantos lugares a la vez....aunque cuando hay manifestaciones pasivas o algun acto del gobierno...no se de donde aparecen y multiplicados.!!!
Por supuesto no es culpa del personal policial.
Estemos alerta, cuidemonos entre nostros, de la forma que podamos y que Dios nos proteja


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