La nueva Ortografía de la Real Academia Española fija la denominación de algunas letras, cambia "quorum" por "cuórum" y elimina las tildes de "solo", "guion" y "o" entre númerosJAVIER RODRÍGUEZ MARCOS - Madrid -
La i griega será ye, la b será be (y no be alta o be larga); la ch y la  ll dejan de ser letras del alfabeto; se elimina la tilde en solo y los  demostrativos (este, esta...) y en la o entre números (5 o 6) y quorum  será cuórum, mientras que Qatar será Catar.
La nueva edición de la Ortografía de la Real Academia Española,  que se publicará antes de Navidad, trata de ser, como dice su  coordinador, Salvador Gutiérrez Ordóñez, "razonada y exhaustiva pero  simple y legible". Y sobre todo "coherente" con los usos de los  hablantes y las reglas gramaticales. Por eso el académico insiste en que  plantea innovaciones y actualizaciones respecto a la anterior edición,  de 1999, pero no es, "en absoluto" revolucionaria. Gutiérrez Ordóñez se  resiste incluso a usar la palabra "reforma".
Con todo, al director  del Departamento de Español al Día de la RAE no se le escapa que los  cambios ortográficos provocan siempre resistencias entre algunos  hablantes. De ahí la pertinencia, dice, del consenso panhispánico que ha  buscado la Comisión Interacadémica de la asociación que reúne a las  Academias de la Lengua Española de todo el mundo. El miércoles, esa  comisión, reunida en San Millán de la Cogolla (la Rioja) aprobó el texto  básico de la nueva Ortografía de la lengua española. A falta de su  ratificación definitiva el 28 de este mes en la Feria del Libro de  Guadalajara (México) durante el pleno de las 22 academias, estas son  algunas de las "innovaciones puntuales" aprobadas esta semana y  destacadas por el propio Gutiérrez Ordóñez.
La i griega será ye.  Algunas letras de nuestro alfabeto recibían varios nombres: be, be alta  o be larga para la b; uve, be baja o be corta, para v; uve doble, ve  doble o doble ve para w; i griega o ye para la letra y; ceta, ceda, zeta  o zeda para z. La nueva Ortografía propone un solo nombre para cada  letra: be para b; uve para v; doble uve para w; ye para y (en lugar de i  griega). Según el coordinador del nuevo texto, el uso mayoritario en  español de la i griega es consonántico (rayo, yegua), de ahí su nuevo  nombre, mayoritario además en muchos países de América Latina. Por  supuesto, la desaparición de la i griega afecta también a la i latina,  que pasa a denominarse simplemente i.
Ch y ll ya no son letras del alfabeto.  Desde el siglo XIX, las combinaciones de letras ch y ll eran  consideradas letras del alfabeto, pero ya en la Ortografía de 1999  pasaron a considerarse dígrafos, es decir, "signos ortográficos de dos  letras". Sin embargo, tanto ch como ll permanecieron en la tabla del  alfabeto. La nueva edición los suprime "formalmente". Así, pues, las  letras del abecedario pasan a ser 27.
Solo café solo, sin tilde.  Hay dos usos en la acentuación gráfica tradicionalmente asociados a la  tilde diacrítica (la que modifica una letra como también la modifica,  por ejemplo, la diéresis: llegue, antigüedad). Esos dos usos son: 1) el  que opone los determinantes demostrativos este, esta, estos, estas (Ese  libro me gusta) frente a los usos pronominales de las mismas formas (Ese  no me gusta). 2) El que marcaba la voz solo en su uso adverbial  (Llegaron solo hasta aquí) frente a su valor adjetivo (Vive solo).
"Como  estas distinciones no se ajustaban estrictamente a las reglas de la  tilde diacrítica (pues en ningún caso se opone una palabra tónica a una  átona), desde 1959 las normas ortográficas restringían la obligatoriedad  del acento gráfico únicamente para las situaciones de posible  ambigüedad (Dijo que ésta mañana vendrá / Dijo que esta mañana vendrá;  Pasaré solo este verano / Pasaré solo este verano). Dado que tales casos  son muy poco frecuentes y que son fácilmente resueltos por el contexto,  se acuerda que se puede no tildar el adverbio solo y los pronombres  demostrativos incluso en casos de posible ambigüedad", esto dice la  comisión de la nueva Ortografía, que, eso sí, no condena su uso si  alguien quiere utilizar la tilde en caso de ambigüedad. Café para todos.  No obstante, la RAE lleva décadas predicando con el ejemplo y desde  1960, en sus publicaciones no pone tilde ni a solo ni a los  demostrativos.
(continua)
Fuente: El Pais