martes, agosto 4

Su perro puede ser un gran oncólogo

Para que nos hagamos una idea, los perros tienen unos 200 millones de receptores olfativos en las fosas nasales, y algunos sabuesos como el Bloodhound (o Perro de San Huberto) pueden llegar a los 300 millones. Mientras tanto, el ser humano solamente tiene 5 millones, es decir, 40 veces menos. Se calcula que una persona sin entrenamiento puede distinguir decenas de olores, algunas personas unos pocos centenares. Y algunos especialistas como un perfumista con amplia experiencia, puede distinguir unos 30.000 matices aromáticos. Pero, cualquier perro puede distinguir entre 1 millón de aromas diferentes. Esa capacidad olfativa tiene posibilidades secundarias.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (JuntosBien). La cantidad de receptores olfativos de un perro varía en función de la raza y el tamaño de la nariz de cada perro, aun así, las narices perrunas más chatas detectan los olores infinitamente mejor que las personas. 
Por ejemplo, un Beagle o un Pastor Alemán tienen 225 millones de receptores olfativos frente a los 5 millones de un humano
El sabueso de San Huberto o Bloodhound es el perro con olfato más fino del planeta. Se ha documentado que son capaces de seguir un rastro de hasta 15 días, a causa de la enorme sensibilidad dPor ejemplo, cuando una persona camina con los pies descalzos por cualquier terreno, con cada paso realizado disipa, aproximadamente, unas 4.000 millonésimas de gramo de olores del pie. Los zapatos de suela limitan eso, aunque con cada paso se imprimen en el suelo algunos miles de millones de moléculas de ácido butírico, una cantidad que todo perro rastreador será capaz de percibir fácilmente con su olfato. 
Los zapatos de goma impiden más aún su paso, pero no del todo. A través de una goma de 0,2 mm de espesor de un zapato nuevo, el olor del pie la atravesará en sólo 8 minutos. Una goma de 2 cm de grueso se impregna de sustancias olorosas, como si fuera una esponja, en 38 horas. La nariz del ser humano no lo percibe, pero un perro lo huele perfectamente. 
La superficie olfatoria de la nariz humana es de 5 cm2, el área olfativa del perro es de 150 cm2. El número de células olfatorias del hombre es de 5 millones, en el perro puede llegar a 220 millones y en casos como el Bloohound casi 300 millones. 
La capacidad olfativa del perro es 1 millón de veces superior a la humana. 
El poder del olfato canino no reside únicamente en la incalculable concentración de células sensoriales, sino, fundamentalmente, en la forma que ejercen su función. 
Son producidos por pequeñísimas cantidades de sustancias volátiles que, dado su composición química, excitan diversas sensaciones en las mucosas olfativas; estas sustancias pueden ser más o menos pesadas que el aire y poco solubles en agua. 
Una lluvia leve, por ejemplo, puede aumentar la actividad olfativa de un perro en una pista seca; mientras una pista "cargada", con tiempo húmedo, será más apreciada si el tiempo se torna seco. 
Las partículas odoríferas son de peso diferente, algunas tienden a caer al suelo, mientras que otras flotan en el aire. Por esta razón, algunos perros olfatean a ras de tierra mientras otros se orientan siguiendo el olor aéreo con la cabeza erguida. 
Si una persona sin entrenamiento tendría que estimar cuantos olores diferentes existen, podría citar algunas decenas, quizá algunos centenares. Un catador de vinos que comprueba por medio del olfato podría alcanzar una suma más elevada. Un perfumista especializado y con mucha experiencia podría distinguir entre 30.000 matices aromáticos. Pero, un perro puede discernir una molécula entre 1 millón de otras diferentes. 
Diversos fluidos corporales contienen feromonas y su captación es llevada a cabo por el órgano vomeronasal, una especie de 2do. olfato situado en la base del paladar. No existen 2 personas que posean idéntico olor, ello se debe a que el olor animal es una mezcla de numerosas sustancias del tipo de los ácidos grasos, que huelen de manera diferente. 
Los científicos han determinado que las feromonas de cada ser son únicas y propias de cada uno, resultando en una característica propia e irrepetible. De hecho para el perro existen tantos olores diferentes como seres "olorosos" existen en la Tierra. 
Según la revista DVM News Magazine, un grupo de investigadores ha podido demostrar que unos perros adiestrados consiguieron reconocer el cáncer de próstata en la orina humana
En el caso de pacientes diabéticos, también se han hecho estudios y se ha comprobado que son de gran ayuda porque pueden saber cuándo un paciente está a punto de tener un ataque hipoglucémico (bajada de azúcar en la sangre), incluso antes que el propio enfermo.
Se han creado ciento de aparatos de detección de sustancias olorosas,  pero ni los más modernos y sensibles han podido superar la capacidad olfativa de los perros.
En una serie de asombrosos experimentos, un perro con buena capacidad olfativa -similar a los entrenados por la policía para detectar alijos de drogas-, ha conseguido identificar a través de muestras de orina, en el 88,2% de los casos, si los pacientes tenían cáncer de tiroides o si padecían solo una enfermedad benigna (no cancerosa) en este órgano. 

Los actuales procedimientos de diagnóstico para el cáncer de tiroides a menudo producen resultados inciertos, lo que lleva a repetir pruebas, con la consecuencia de un proceso de diagnosis peligrosamente largo.  (continua)


Texto e imagen Juntos bien

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