El detenido por los asesinatos de la efedrina fue socio de un comisario de la Federal y llamó 75 veces a un jefe de la Bonaerense. Hay pistas sobre cómo se repartió la plata. Galería de imágenes.
Martín Lanatta, sentenciado como el instigador del triple crimen de General Rodríguezen el marco de una operación de tráfico de efedrina, formó una empresa de seguridad con el ex jefe de Asuntos Internos de la Policía Federal, tenía nexos directos con un poderoso comisario mayor de la Policía Bonaerense, cruzó la Triple Frontera en un auto registrado por la Secretaría de Inteligencia, y trabajaba para un organismo que controlaba Aníbal Fernández, entonces ministro de Justicia y Seguridad, jefe político de la Federal.
Lanatta asegura que es inocente y acusa al candidato oficialista a gobernador de la provincia de Buenos Aires no sólo de ser el supuesto cerebro detrás del tráfico de efedrina hacia loscarteles narcos de México, donde se utiliza para la elaboración de metanfetaminas, sino que lo acusa de ser el autor intelectual de los asesinatos de Sebastián Forza,Damián Ferrón y Leopoldo Bina. Durante el juicio que lo llevó tras las rejas, no emitió palabra. El fiscal de Mercedes, Juan Bidone, acusa desde hace tres años al socio de Lanatta, Ibar Esteban Pérez Corradi, de ser el ideólogo de los asesinatos.
Los nuevos datos recopilados por PERFIL indican que la Policía Federal, la Bonaerense y el ministro que más relación tuvo con las fuerzas de seguridad durante la era K están directamente relacionados con este hombre condenado por asesinato en un caso narco. La Justicia observa con cuidado todos los nexos de Lanatta y de su socio y jefe, Pérez Corradi, prófugo desde hace más de dos años. Más hondo se cava, más claro y oscuro se torna. ¿El triple crimen fue un mensaje mafioso entre las fuerzas de seguridad? ¿Del poder político hacia las fuerzas? ¿O al revés? Las hipótesis son demasiadas. Pero los nexos confirman vínculos entre la policía y el poder político, con el trasfondo del narcotráfico.
Lanatta asegura que es inocente y acusa al candidato oficialista a gobernador de la provincia de Buenos Aires no sólo de ser el supuesto cerebro detrás del tráfico de efedrina hacia loscarteles narcos de México, donde se utiliza para la elaboración de metanfetaminas, sino que lo acusa de ser el autor intelectual de los asesinatos de Sebastián Forza,Damián Ferrón y Leopoldo Bina. Durante el juicio que lo llevó tras las rejas, no emitió palabra. El fiscal de Mercedes, Juan Bidone, acusa desde hace tres años al socio de Lanatta, Ibar Esteban Pérez Corradi, de ser el ideólogo de los asesinatos.
Los nuevos datos recopilados por PERFIL indican que la Policía Federal, la Bonaerense y el ministro que más relación tuvo con las fuerzas de seguridad durante la era K están directamente relacionados con este hombre condenado por asesinato en un caso narco. La Justicia observa con cuidado todos los nexos de Lanatta y de su socio y jefe, Pérez Corradi, prófugo desde hace más de dos años. Más hondo se cava, más claro y oscuro se torna. ¿El triple crimen fue un mensaje mafioso entre las fuerzas de seguridad? ¿Del poder político hacia las fuerzas? ¿O al revés? Las hipótesis son demasiadas. Pero los nexos confirman vínculos entre la policía y el poder político, con el trasfondo del narcotráfico. (continua)
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