La policía israelí se enfrentó con palestinos en la mezquita Al Aqsa, en la Explanada de las Mezquitas, en Jerusalén, en un nuevo episodio de violencia por el acceso a este lugar sagrado para ambas religiones.
Los testigos afirman que la policía israelí entró en la mezquita Al Aqsa, el tercer lugar más sagrado del islam, y causó daños; sin embargo, la policía aseguró en un comunicado que los agentes se limitaron a cerrar las puertas del templo para evitar que lanzaran piedras, petardos y otros objetos.
Según la policía, un grupo de manifestantes se habían atrincherado en Al Aqsa durante la noche del sábado para perturbar las visitas de los judíos al sitio con motivo del inicio de las celebraciones del Año Nuevo.
El presidente palestino Mahmud Abas condenó firmemente el “ataque” al sitio, mientras que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que las autoridades deben evitar disturbios en el complejo.
Los choques continuaron fuera, en las calles de la Ciudad Vieja de Jerusalén, con la policía lanzando gas lacrimógeno y granadas aturdidoras. Se estima que veinte personas han necesitado atención hospitalariacomo consecuencia del enfrentamiento.
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