Todos caemos, espiritualmente hablando, de vez en cuando. Es importante aceptar en dónde erramos, pero es igualmente importante continuar hacia delante. Muchos de nosotros somos duros con nosotros mismos y nos damos por vencidos del todo.
El gran kabbalista Rav Najmán dijo que cuando caía del nivel espiritual que había logrado, no se sentía deprimido. Sólo comenzaba de cero, como si nunca antes hubiera pisado el camino espiritual. Algunas veces tenía que comenzar de cero varias veces en el día.
También dijo que a través de la depresión y la tristeza un hombre puede olvidar quién y qué es realmente porque su verdadera esencia está envuelta por tantas capas de tristeza. Por lo tanto es necesario luchar por estar en un estado de felicidad, sin importar cuán bajo hayamos llegado.
Vuelve a comenzar tu práctica de Kabbalah como si hoy fuera el primer día. Olvídate de quién deberías ser, o lo que no deberías estar haciendo. Sólo sonríe, sé feliz y ten presente que tu felicidad es el botón de reinicio en el juego de tu vida.
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