En Japón, la persona es un componente esencial del espacio interior. Sin su presencia, la arquitectura japonesa -como el arte- podría considerarse incompleta. Así, el espacio cerrado y el entorno adquieren escala humana. Aquí, el placer en el arte no es la contemplación pasiva de los objetos, sino la participación intelectual y la acción: el arreglo de flores, enrollar y seleccionar una pintura, servir el té... Esta cualidad es, en realidad, la razón por la cual la casa impresiona estéticamente al occidental. Así es el Museo de Arte Moderno-La Casa de Japón (minka _en@yahoo.com.ar).
Las obras expuestas fueron coleccionadas después de 5 años de estudiar los distintos movimientos desde principios del siglo pasado hasta el presente. Representan la expresión artística del Japón de los últimos 100 años, donde prevalece la búsqueda de la excelencia en la forma, la técnica, el diseño y el equilibrio.
Aunque esta minka (casa de campo) pertenece al pasado -tiene 200 años-, los conceptos arquitectónicos son perfectamente vigentes y aplicables al diseño actual.
Produccion Baby Padilla
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