Tango de un exilio callado

Necesito exiliarme en tu mirada,
dejar atrás ciudades y aeropuertos
y que no nos condenemos al olvido,
que es el peor de los destierros.

Necesito que comprendas que no quise romper nuestros silencios; o no supe.
(Sé que podría hacer un fuego con todas las palabras que no dije)
Y, sí. Tendría que haber dicho, por ejemplo, que en esta soledad siempre es invierno y necesito el abrigo de tu aliento… pero te hubiese sonado a frase hecha, a un lugar común sin mucho vuelo.
Lo acepto.

No es una joya literaria; no fui invitado al festival de los graduados.
Hasta los sabios eruditos pontifican: “Una palabra dicha es más que una callada”.
Y me pregunto:
¿Será un lugar común sentirte, buscar asilo en tu mirada, sacar un pasaporte a tus deseos, dar la vida por la patria de tus besos?
Yo solo sé que no tengo visa de turista cuando me interno en las guaridas de tu cuerpo; que soy un ciudadano permanente entre tus brazos y tus cielos.
...

Son palabras que no dije (por no saber decirlas, simplemente)
Y si crees que es el tiempo de callarlas, te comprendo.

Quiero agradecer a Roberto del blog  "que no sea demasiado tarde", al que llegué por caUsalidad visitando a mi amiga Nina Maguid.

Lei un poquito y a las apuradas y me atrapó, le pregunté si podia copiar/publicar lo suyo en el blog y acepto de mil amores, por lo tanto GRACIAS Roberto por tu generosidad!!!, sé que la mayoría deben conocer sus blogs pero sino lo conocen, visitenlo pronto !!!!