Nadia Lostra John - Productora slow

Por este articulo que recibi, fue que llegue al blog de la escuela 92

"Conocí a Nadia en Terra Madre 2008, ella viajó a Torino como productora artesanal representando su comunidad agrícola en la Provincia de Río Negro.
Una de las recomendaciones de la Red de Cocineros Mundial de Slow food nacida en TM 2006, fue la de apadrinar a un productor artesanal, para que con nuestras recetas o consejos hicieran su producto más sustentable.

Así fue como en el 2007 apadriné un corto tiempo a un productor de hongos de la Provincia de Jujuy.

Después de esta experiencia, pensé que talvez una forma más efectiva aún, sería conocer el lugar de producción del ahijado y entablar una relación que trascienda lo virtual. Me interesó entonces Nadia, por la frescura y la fuerza de su joven personalidad y su proyecto slow.
De nuestro encuentro en Italia surgió las ganas de hacer una experiencia juntas en su lugar de vida y de trabajo. Y desde aquí les escribo.

Nadia tiene 21 años estudia la Tecnicatura Universitaria en Producción Orgánica Vegetal, pero talvez su tarea más hermosa y la que más quiere, es la de Maestra Agrícola tarea que cumple hace varios años en una de las escuelas de su región.

Haciendo un noble trabajo de formación, desde niños les enseña a cultivar y con ellos a toda la familia que siguen sus consejos y sus técnicas orgánicas, también su orientación sobre envasado. Transformando así sus productos y también las economías de esos grupos primarios, que después se proyectan en toda la comunidad agrícola.

Nadia y su familia tienen un campo de 140 hectáreas en el Paraje El Manso, llamado el Ventisquero, ubicado sobre la margen del Río Foyel que junto con el Villegas son los afluentes más importantes del Río Manso, gran río de la Patagonia, que en su largo recorrido y color esmeralda, llegando hasta el Océano Pacífico donde desemboca.

Sus bisabuelos, maternos y paternos, fueron uno de los primeros colonos de la región, suizos y españoles, que comenzaron a labrar estas tierra cuando solo había la belleza natural y todo para hacer.
Otilia Kusmin

Punto Slow Food Baires