SÁBADO 7 DE MARZO DE 2009
A menudo me sorprende lo pequeño que pensamos. El universo está constantemente presentándonos un banquete de satisfacción duradera, y nos inclinamos a conformarnos con migajas.
Hay una historia de un hombre que se va a pescar. Cada vez que saca un pez, lo mide con una regla, y si es más grande que la regla, lo echa de regreso al agua. Para el final del día ha tirado varios, y un compañero pescador le pregunta por qué lo hace. Él le explica: "La sartén que uso para cocinar pescado tiene sólo 12 pulgadas de ancho. No me sirven los peces más grandes".
La vida quiere darnos todo pero, cuando estamos estancados con nuestros deseos pequeños, es como rechazarlo.
Hoy, piensa otra vez qué es lo que quieres de la vida. Aumenta tus deseos. Imagina que puedes hacer o tener cualquier cosa y ten el coraje para conseguirla.
kabbalah
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