miércoles, mayo 13

La dolorosa historia de un femicidio en cámara lenta #JusticiaPorSuhene #NiUnaMenos

Suhene Carvalhaes Muñoz tenía 26 años; fue agredida en su casa en julio de 2014 y falleció en marzo último; su familia reclama justicia y denuncia que la causa está paralizada
Por   | LA NACION

 El viernes 18 de julio del año pasado Suhene Carvalhaes Muñoz y Damián Loketeksalieron a cenar con la excusa de celebrar sus primeros dos años de noviazgo. Hacía algunos meses habían alquilado juntos un departamento en Belgrano y ya tenían fecha de casamiento, en diciembre. Pocos imaginaban, tal vez sólo la joven de 26 años, que esa noche derivaría en un lento y doloroso femicidio, que finalmente se concretó casi ocho meses más tarde.
Cuando regresaron a su departamento, en el segundo piso de un edificio ubicado en Echeverría y Moldes, Suhene le dijo a su pareja que necesitaba estudiar. Al otro día rendía un examen del 3° año de Veterinaria en la UBA. Él, molesto con la situación, trató de impedirlo y la mujer intentó tomar sus cosas para ir a leer a la casa de su madre. Eso desató la furia.
Según relataría más adelante la propia Suhene a su familia, en ese momento Damián le quitó su celular, cortó la línea de teléfono fijo y comenzó a amenazarla. Sus gritos se convirtieron en golpes y un feroz estrangulamiento. "En un momento la agarró de los pelos y la empezó a ahorcar. Ella perdió el conocimiento unos segundos y cuando se despertó, él le seguía pegando en el piso. Le pegó mientras estaba inconsciente", contó a LA NACION Savik, el hermano de Suhene.
Los ruidos alertaron a los vecinos del edificio, que acudieron al departamento y llamaron a la policía, ya en la madrugada del sábado 19 de julio. Sin embargo, la llegada de los oficiales de la comisaría 33° complicó todavía más la situación, expresan los familiares de la víctima.
"Los policías le recomendaron a mi hermana que evitara hacer la denuncia. Que intentaran resolver el problema 'en la cama' y, ante su insistencia, la hicieron caminar ocho cuadras hasta la comisaría. Mientras tanto, Damián la perseguía por la calle a los gritos y con amenazas", contó Savik.
Una vez en la comisaría, Suhene llamó por teléfono a su hermano, que fue hasta allí a socorrerla. Cuando llegó, estaban tomando la denuncia. Los oficiales la obligaron a plasmarla bajo la figura de "daños recíprocos". Mientras Suhene era ahorcada por su pareja, le mordió el brazo para intentar liberarse.
Suhene abandonó la comisaría acompañada por su hermano y esa fue la última vez que vio a Damián, a quién había conocido años atrás en la empresa IBM, donde ambos trabajaban. Sin embargo, la pesadilla nunca terminaría.
Los golpes sufridos aquella noche se convirtieron en intensos y constantes dolores de cabeza. Suhene paseó por las guardias de Clínica Adventista, La Sagrada Familia, el Fleni y el Hospital Alemán, donde finalmente fue internada el 21 de agosto. Allí permaneció en terapia intermedia hasta el 11 de septiembre. El diagnóstico era "trombosis vascular con hidrocefalia de carácter traumático". Todo producto de los golpes sufridos un mes antes.
"En el medio de todo eso, uno de sus ojos comenzó a desviarse hasta que quedó vizca. Tuvo que dejar la facultad y ya no pudo ir a trabajar", relató Savik. Mientras tanto, supo la familia, el joven siguió yendo a IBM y le decía a sus compañeros que Suhene no se presentaba en la oficina porque le había robado, habían roto la relación y se sentía avergonzada.
El peor final
El calvario de Suhene duró ocho meses. 241 días después de aquella brutal golpiza, la joven finalmente murió, el 16 de marzo último. Según Savik, quien también trabajó en IBM, Damián habría pedido una licencia psiquiátrica el mismo día en que comunicaron el fallecimiento de Suhene.
Durante los meses que duró la agonía de Suhene, su familia, con quienes Damián tenía una buena relación, supieron que en la intimidad la violencia ejercida por el hombre era cotidiana. Tras el último episodio, la joven contó que su pareja la había amenazado con matar a su hermana y a su sobrina, que vivían a pocas cuadras, si ella lo dejaba. Sarah, la mayor de los Carvalhaes Muñoz, tiene desde entonces un botón antipánico, entre otras cosas, porque la familia no sabe el paradero de Damián.
Pedido e Justicia y una convocatoria en redes sociales
Los Carvalhaes Muñoz exigen que las autoridades aceleren la causa y lanzaron la página de Facebook "Justicia por Suhene". Además, el hashtag #JusticiaPorSuhene ya se sumó a otro,#NiUnaMenos, a través del cual se convoca a una marcha el próximo 3 de junio en el Congreso para reclamar por el cese de los femicidios.
Es que los femicidios en la Argentina arrojan cifras preocupantes. Sólo en 2014 se registraron 277 casos. La cifra es similar a la de 2013, cuando se calculó un homicidio por violencia de género cada 30 horas. Las estadísticas surgen de los relevamientos publicados por la asociación civil La Casa del Encuentro.
La causa
Según consta en la agencia de noticias jurídicas del ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, el mismo 19 de julio de 2014 Suhene realizó una denuncia en la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema. El expediente 48058 cayó en el juzgado civil 106 bajo la figura de "violencia familiar".
Tiempo más tarde, y luego de la presentación de la historia clínica de la víctima, la causa pasó al juzgado de instrucción N° 31 del ámbito penal y es llevada adelante por Susana Mabel Castañera de Emiliozzi, quien caratuló el caso como "lesiones agravadas".
Sin embargo, la familia de Suhene reclama que, al día de hoy, la causa está "paralizada" y que no los dejan ser querellantes por cuestiones burocráticas. La familia pudo saber que en diciembre pasado Loketek habría sido llamado a declarar. Por esos días, la pareja tenía planeado contraer matrimonio.

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