El ex CEO de Torneos, quien se entregó en las últimas horas a la justicia, estuvo en Zúrich cuando detuvieron a los siete dirigentes, pero logró salir sin ser reconocido
Durante los días que Alejandro Burzaco, ex Ceo de Torneo y uno de los tres argentinos involucrados en el escándalo de la FIFA, estuvo prófugo de la justicia, la pregunta que muchos se hacían era cómo pudo escaparse del hotel de Suiza donde fueron detenidos los primeros dirigentes, días antes del comienzo del congreso del ente regulador del fútbol.
Así lo reconstruyó la nota de canchallena.com publicada hoy: Según el relato de La Repubblica, de Italia, que cita al diario suizo de lengua francesa Le Matin, Burzaco se salvó de la redada del FBI del 27 de mayo en Zurich, escondiéndose detrás del anonimato de una mesa de desayuno con croissants.
Esa mañana, estaba en el hotel Baur au Lac como los siete dirigentes de la FIFA que terminaron detrás de las rejas. Pero él logró escapar. ¿Cómo? Quedándose perfectamente inmóvil en la silla del restaurante del hotel cinco estrellas.
A diferencia de los demás, Burzaco es un tipo mañanero y se había levantado antes que nadie, había dejado su lujosa habitación, bajado al hall y después al salón comedor donde se sirve el desayuno.
Era muy temprano y él era uno de los primeros clientes. Recién había empezado a comer cuando vio entrar los señores vestidos de azul con una pechera donde podía leerse "FBI". Vio a los agentes acercarse y hablar reservadamente con el conserje y sospechó lo que luego sucedería. No se despegó del teléfono. Después de algunos minutos, asistió a la procesión de los siete dirigentes de la FIFA que salían del ascensor esposados, con el rostro marcado por el sueño bruscamente interrumpido. Pero Burzaco, sentado a su mesa, no se inmutó.
Mientras el FBI allanaba su habitación, se quedó ahí, donde estaba, quieto, impasible. Como un turista cualquiera. Terminó sus croissants y tomó su café. Y los agentes encargados de la redada no lo reconocieron. Cuando la procesión de los arrestados concluyó y los investigadores se fueron, levantó un brazo para pedirle a un camarero "la cuenta". Y desapareció.
Canchallena
Así lo reconstruyó la nota de canchallena.com publicada hoy: Según el relato de La Repubblica, de Italia, que cita al diario suizo de lengua francesa Le Matin, Burzaco se salvó de la redada del FBI del 27 de mayo en Zurich, escondiéndose detrás del anonimato de una mesa de desayuno con croissants.
Esa mañana, estaba en el hotel Baur au Lac como los siete dirigentes de la FIFA que terminaron detrás de las rejas. Pero él logró escapar. ¿Cómo? Quedándose perfectamente inmóvil en la silla del restaurante del hotel cinco estrellas.
A diferencia de los demás, Burzaco es un tipo mañanero y se había levantado antes que nadie, había dejado su lujosa habitación, bajado al hall y después al salón comedor donde se sirve el desayuno.
Era muy temprano y él era uno de los primeros clientes. Recién había empezado a comer cuando vio entrar los señores vestidos de azul con una pechera donde podía leerse "FBI". Vio a los agentes acercarse y hablar reservadamente con el conserje y sospechó lo que luego sucedería. No se despegó del teléfono. Después de algunos minutos, asistió a la procesión de los siete dirigentes de la FIFA que salían del ascensor esposados, con el rostro marcado por el sueño bruscamente interrumpido. Pero Burzaco, sentado a su mesa, no se inmutó.
Mientras el FBI allanaba su habitación, se quedó ahí, donde estaba, quieto, impasible. Como un turista cualquiera. Terminó sus croissants y tomó su café. Y los agentes encargados de la redada no lo reconocieron. Cuando la procesión de los arrestados concluyó y los investigadores se fueron, levantó un brazo para pedirle a un camarero "la cuenta". Y desapareció.
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