En este lugar, conocido como “la cocina del mundo”, se encendió la primera bombilla eléctrica en Uruguay. Fotos
(17 de julio de 2015) Hace unos días Uruguay celebró a lo grande la designación del “Paisaje cultural e industrial” de Fray Bentos como Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco. Se trata del segundo sitio del país vecino en ser incluido en la lista de la Unesco después del barrio histórico de Colonia del Sacramento, una ciudad ubicada al suroeste del país y que fue colonizada por portugueses y españoles.
Este reconocimiento afecta a una extensión de 275 hectáreas dominada por las instalaciones del Frigorífico Anglo, una de las factorías cárnicas más importantes de Sudamérica desde finales del siglo XIX hasta su decadencia en los años 1960 y cuyo legado sigue vivo en los rostros y en las voces de los más ancianos del lugar.
Según informó el Comité de la Unesco, “su origen fue una fábrica de salazones, creada en 1859, para la explotación comercial de la carne del ganado vacuno criado en las vastas praderas de los alrededores”. En este lugar, conocido como “la cocina del mundo”, se encendió la primera bombilla eléctrica en Uruguay, por lo que también lo convierte en uno de los iconos del avance de la revolución industrial en la región del Río de la Plata.
La factoría, que en su momento de máxima actividad empleó a unas 4.000 personas a la vez, comenzó a exportar carne en 1873 con la empresa alemana Liebig, pero en 1924 pasó a manos de la británica Anglo, que motivó su denominación de “Frigorífico Anglo”, y que, tras un periodo de decadencia, fue cerrada definitivamente en 1979.
Texto e imagen Perfil Turismo
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