LONDRES.- Dicen que las segundas partes nunca son buenas. Sin embargo, después de que en esta columna se abordó el caso de un libro para aprender latín con humor que resultó un inesperado best seller navideño británico, fue tal la cantidad de e-mails recibidos que resulta irresistible no seguir hablando de clásicos con un giro contemporáneo.
En los mensajes -con frecuentes referencias a un paso por "Bolívar 263" (el Nacional Buenos Aires, naturalmente)- la constante fue el humor.
"Mi esposa dice que cuando comienzo a hablar en latín es porque mi nivel alcohólico está por superar el límite socialmente admisible", escribió un lector. Varios firmaron con sus nombres en latín: Raúl fue Radulfus, Carlos fue Carolus. Hubo largos poemas escritos en broma? ad hoc (uno empieza: " Quo vadis, homo erectus? / Vadis tu in auditorium? / Vadis tu in omnibus? ").
Hubo también extraordinarias anécdotas sobre la traducción, como la de quien confesó haber llevado al latín "Tiritando" ("Las olas y el viento"), el gran éxito de Donald. "Para verter el famoso «sucundum» -aclaró el lector- me valí de una frase de un himno que cantaban, en la antigua Roma, los sacerdotes del dios Marte." Consultado el cantautor, le aclaró que el "sucundum" se le había ocurrido cuando estudiaba Derecho Romano en primer año de la carrera de abogado, y que la palabra de la cual derivó fue secundum. "Ni siquiera yo, siempre optimista respecto del futuro del latín, podría haber imaginado tal cosa", se entusiasmó el autor del e-mail.
Otros hits contemporáneos reescritos en lenguas muertas ya han sido famosos. Medios a ambos lados del Atlántico se hicieron eco del éxito de ventas de Harrius Potter et Philosophi Lapis (¡sí!: las aventuras del aprendiz de hechicero en la lengua de Ovidio), que llevó a encargar inmediatamente una edición en griego clásico, Hareios Poter Kai he tou Philosophou Lithos .
Y llevó también a una nueva polémica, porque mientras para algunos el mero acto de traducir algo actual a una lengua muerta le inyecta nueva vida; para otros, la lengua de Platón y Homero, con lo difícil que es de aprender, fue hecha para leer a Platón y Homero y no sobre Hogwarts (Hyogoetou) o Quidditch (Ikarosphairike).
Haerios Poter , cuando finalmente salió en venta, se convirtió en el que posiblemente fuera el texto más largo que se haya traducido al griego clásico en cientos de años y recibió extraordinarias reseñas. Sin embargo, su responsable, Andrew Wilson, un maestro de escuela retirado, fue duramente atacado por especialistas respecto a su decisión de dedicarle tanto tiempo a un proyecto que, para algunos, reduce al griego a poco más de una broma ingeniosa y culta.
¿Cómo acallarlos? Wilson alegremente aclaró que sólo lo hizo por dinero. Según The Wall Street Journal , que llevó en sus célebres páginas de opinión el caso, ésa es una respuesta que se entiende en cualquier idioma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario